jueves, 9 de septiembre de 2010

LA LECTURA Y LA ESCRITURA EN EL PRIMER CICLO DE LA ESCUELA PRIMARIA

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ADMINISTRACI�N NACIONAL DE EDUCACI�N P�BLICA
CONSEJO DE EDUCACI�N PRIMARIA
DIVISI�N DE EDUCACI�N PRIMARIA.


LA LECTURA Y LA ESCRITURA EN EL PRIMER CICLO DE LA ESCUELA PRIMARIA

El documento que contiene la devoluci�n de la �Evaluaci�n piloto aut�noma de 1er a�o de Educaci�n Primaria - Lectura y Escritura� realizada en noviembre de 2007, permite reflexionar acerca de posibles intervenciones docentes para mejorar los logros de aprendizaje de todos los alumnos. A estos efectos desde la Divisi�n Educaci�n Primaria se aportan algunos elementos para su an�lisis, en el entendido de que su contenido permite planificar esas intervenciones docentes desde una perspectiva de las posibilidades de aprendizaje de los alumnos. Ser�n los actores institucionales (Maestros del Primer Ciclo,Maestros de Apoyo, Maestros Comunitarios, Profesores Especiales, Equipo Director,Inspectores de las diferentes �reas), trabajando en forma colaborativa, quienes dise�ar�n un modelo de gesti�n pedag�gico-did�ctica viable para atender las necesidades espec�ficas de cada alumno en un contexto situado.

EL DESAFIO DE ENSE�AR A LEER Y ESCRIBIR.

La lectura es el aprendizaje m�s importante que proporciona la escuela y el acceso al
sistema de representaci�n implica el desarrollo de capacidades cognitivas superiores. La lectura se convierte en un aprendizaje trascendental para el crecimiento intelectual de la persona. Aspectos como el �xito o el fracaso escolar, la preparaci�n t�cnica para acceder al mundo del trabajo, el grado de autonom�a y desarrollo personal social se relacionan directamente con las capacidades de la lectura y la escritura.
�Al aprender a leer y al aprender a escribir los ni�os aprenden tambi�n a usar el
lenguaje escrito en su calidad de herramienta de comunicaci�n entre las personas y entre las culturas, (�) aprenden a orientar el pensamiento, a dominar las habilidades expresivas y comprensivas que hacen posible el intercambio escrito con los dem�s y a ir construyendo en ese proceso un conocimiento compartido del mundo.� 1-La calidad de un r�gimen democr�tico depende de la capacidad de los ciudadanos
para informarse, criticar las ideas, evaluar los argumentos, justificar las propias opciones. La construcci�n de ciudadan�a desde la escuela pasa fundamentalmente por las posibilidades que �sta brinda a todos los ni�os de aprender a leer y a escribir.
2-�La condici�n fundamental para una buena ense�anza de la lectura es la de otorgarle
el sentido de pr�ctica social y cultural que posee, de tal manera que los alumnos entiendan su aprendizaje como un medio de ampliar las posibilidades de comunicaci�n y acceso al conocimiento.�
1-LOMAS,Carlos, �C�mo ense�ar a hacer cosas con las palabras�, Vol. I, Paid�s, p�g. 319 2 �dem, p�g. 332
2-El aprendizaje de la lengua escrita comienza cuando el ni�o descubre el valor de la
lectura y de la escritura. Es a trav�s de su intervenci�n como el docente podr� conjugar la sistematizaci�n de la ense�anza con el placer de leer y escribir. Como plantea Agust�n Ferreiro es necesario �que la escuela engendre el amor a la lectura. Cuando lean por su propia voluntad sin que nadie los obligue, s�lo por el placer que sienten en ello, la escuela habr� cumplido fundamentalmente su misi�n�.
El atractivo que el ni�o sienta por la tarea de leer y de escribir estar� en relaci�n
directa con la satisfacci�n que esa acci�n le produzca. Y en esa atracci�n desempe�a un rol fundamental la intervenci�n de todos los maestros y en particular de los del primer ciclo escolar. Un ni�o que percibe que no es capaz de leer y de escribir se siente fracasado y esta sensaci�n de fracaso act�a como un obst�culo para poder aprender. Necesita disfrutar,sentirse querido, progresar, sentir que los dem�s conf�an en su posibilidad de aprender. Es pues necesario pensar la relaci�n pedag�gica construyendo sentidos en los encuentros entre el educador y sus alumnos, entre los ni�os y �entre y con� las familias; entre las intenciones de ense�ar y de aprender, tejiendo entre todos la red vincular que habilita espacios donde lo cognitivo y lo afectivo se complementan y se potencian.
Los docentes deben propiciar un encuentro adecuado entre los ni�os y los textos. Si
algunos de sus alumnos llegasen a ser escritores gracias a la intervenci�n escolar, la misi�n estar� cumplida con creces. Pero, si esto no sucediera es deber ineludible de la escuela que todos los que egresen de sus aulas sean personas que escriben lo que equivale a decir que puedan valerse de la escritura cuando lo necesiten y lo hagan con adecuaci�n, comodidad y autonom�a.

APORTES PARA LA ENSE�ANZA DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA.
1- Planificar las actividades de ense�anza de la lectura y la escritura en forma sistem�tica a partir de un diagn�stico preciso de los saberes que poseen los alumnos incorporando estrategias que permitan diversificar la propuesta de ense�anza en funci�n de los distintos niveles de conceptualizaci�n y ritmos de aprendizaje. El documento que emerge de la Evaluaci�n Piloto Aut�noma de Primer A�o podr� ser un valioso insumo a ser considerado para fortalecer la gesti�n de ense�anza. A partir de las actividades que eval�an el acceso al sistema de representaci�n(diferenciaci�n entre signo y dibujo,relaci�n grafema-fonema, reconocimiento de s�labas, palabras, otros signos) y de los resultados emergentes de la citada evaluaci�n se podr� integrar, desde el comienzo de los cursos, propuestas que permitan promover avances en ese proceso.
2- Planificar para cada jornada diversas actividades de ense�anza de la lectura y escritura cuidadosamente seleccionadas. Una o dos actividades de lectura o escritura diarias no son suficientes, debe evitarse actividades muy prolongadas que aburran a los ni�os y no sean productoras de aprendizajes. As� la lectura y escritura de la fecha no puede ser una actividad tediosa que insuma tiempos excesivos. Debe optimizarse los tiempos pedag�gicos integrando actividades que atiendan la diversidad y permitan generar aprendizajes en todos los alumnos. Al respecto se potenciar� las bibliotecas escolares no s�lo a nivel del aula sino con actividades que trasciendan a los hogares.
La lectura frecuente permite apropiarse del lenguaje y de sus creaciones. La riqueza
l�xica, la argumentaci�n, la explicaci�n, la expresi�n de los propios sentimientos, la comprensi�n de los ajenos y la libertad de pensamiento se desarrollan a trav�s de la lectura.
3- Crear un ambiente de lectura implementando el aula con variado material para leer,
criteriosamente seleccionado. Habilitar distintos momentos para la lectura silenciosa, a viva voz, individual, colectiva, por parte de los ni�os, el docente y otros referentes, en contextos en que la lectura adquiera significado. El ni�o, cada d�a, debe tener numerosas y variadas oportunidades de interactuar con los textos y cada una de esas instancias debe ser placentera y productiva. Para ello deben planificarse cuidadosamente a los efectos de que se considere las posibilidades, necesidades e intereses de todos los ni�os.
Con aquellos alumnos que requieran un mayor apoyo los docentes trabajar�n en forma
individual o en peque�os grupos, ayudando en el aprendizaje de la lectura y la escritura,destacando y registrando en todo momento los avances que se constatan.
4- Analizar que las actividades de escritura posean una finalidad y que se planteen en entornos comunicativos. As� podr� ser motivo de lectura o de escritura una esquela
recibida, el texto de una adivinanza, etc.
Es muy dif�cil aprender a escribir si no se dan oportunidades frecuentes de hacerlo. Al decir de Cassany, �la cocina de la escritura es el aula�. Se deber�a analizar, como lo plantea este autor, qu� oportunidades se brindan de:
�� escribir en el aula,
�� hacerlo cooperativamente,
�� releer lo que se escribe y hablar de ello,
�� que el maestro escriba con los ni�os,
�� escribir �textos aut�nticos para lectores reales�,
�� escribir en distintos soportes (el tel�fono celular, la pizarra, la computadora, el
cuaderno),
�� trabajar solos, en grupos, con la familia,
�� escribir para aprender, crear, jugar y guardar lo escrito para posteriores
consultas.
En la evaluaci�n aut�noma realizada en 1er a�o se observa que en el mes de noviembre
supera el 30% el n�mero de ni�os que no logran la segmentaci�n convenconal de las
palabras. Frente a esta realidad corresponde intervenir desde la ense�anza en todo el
Primer Ciclo para ayudar a los ni�os a separar las palabras que escriben junto a otras. Es frecuente que los ni�os unan palabras cuando escriben si no media la intervenci�n docente. Eso sucede porque al hablar, normalmente, no se separa una palabra de la anterior o la siguiente y se da fundamentalmente entre art�culos y sustantivos. As� escriben �lamesa� en lugar de �la mesa�. Corresponde designar los objetos s�lo por su nombre sin agregarle el art�culo (tel�fono, silla, ventana, ni�os) Si se jugara al �Veo, veo� �qu� se podr�a elegir que empiece con �m�? Nombrar lo que se vea en el lugar que comience con ese fonema cuidando no usar el art�culo ayudar� a los ni�os. Se dir� pues �mano�, �mesa�, �Manuela�, �muebles�, y cuando se escribe corresponde insistir en que a cada nombre le corresponde una palabra y que la escribimos separada de las dem�s.
Podr� en otro momento trabajar que delante de unas palabras se usa �el� o �los� y de
otras �la� o �las�. Si la maestra dice �Me olvid� de traer el ��, �qu� podr� ser? �Podr� ser �cartuchera�? �Podr� ser �peine�? Algo similar se debiera hacer para identificar aquellas otras palabras que unen, ejemplo �micasa�, planificando actividades que brinden la oportunidad de utilizar el adjetivo posesivo �mi� en distintas expresiones que deben verlas escritas separadamente: �mi nariz�, �mi cuaderno�, etc.
El uso de la barra espaciadora y de la tecla de may�scula en la computadora adquiere
una importancia fundamental al momento de identificar las palabras, separarlas y tomar decisi�n acerca del empleo o no de la may�scula.
El docente como profesional de la educaci�n definir� el/los tipo/s de graf�as a ense�ar a sus alumnos en funci�n del sustento te�rico de la propuesta pedag�gico-did�ctica, de los conocimientos que poseen los ni�os, de las posibilidades de aprendizaje que posee cada alumno, del proyecto curricular de la escuela.
Cada vez que el maestro escribe en el pizarr�n debe hacerlo en forma legible (cuidando el tama�o y trazado de las graf�as) y oralizando lentamente lo que escribe para que todos los ni�os puedan ir descubriendo los c�digos particulares de la escritura (separaci�n de palabras, uso de may�sculas y punto, de conectores, etc.).
5- Si el ni�o es capaz de descodificar �gilmente la escritura tiene m�s recursos para dedicar a la comprensi�n. La identificaci�n r�pida y ajustada de las palabras contribuye positivamente a la comprensi�n de lo le�do. El ni�o debe conocer los fonemas que corresponden a los distintos grafemas. Para ello es importante que, en contextos significativos y l�dicos, se promueva el desarrollo de procesos cognitivos de an�lisis y de s�ntesis necesarios para viabilizar esos mecanismos imprescindibles en todo acto de lectura de textos verbales y fundamentalmente cuando se accede a palabras desconocidas.
6- Aprender con placer poemas, rimas, canciones, adivinanzas,etc. Se ha desvalorizado, con frecuencia, de manera totalmente injusta el uso de la memoria. No se trata de que se aprendan largas listas de palabras sin sentido pero la memoria es un recurso que est� muy ligado a la construcci�n de conocimiento. A los ni�os les encanta aprender de memoria poemas, rimas, adivinanzas, destrabalenguas y esta actividad deber�a ocupar un lugar destacado en la escuela y en especial en la alfabetizaci�n inicial. As� se va poblando la memoria de los ni�os de palabras y canciones, de peque�as historias y personajes amistosos que ya no les abandonar�n nunca.
La memorizaci�n de textos sencillos (rimas, refranes, poemas, canciones, adivinanzas)
permite luego su lectura descubriendo correspondencias y agilitando el proceso lector al no tener que descodificar letra a letra o s�laba a s�laba. La presencia del texto mientras se verbaliza facilita el descubrir relaciones entre la escritura y su oralizaci�n. Su escritura en grandes papel�grafos permite tenerlos en todo momento presentes.
Los poemas y la prosa, la literatura en general, debieran recuperar un espacio importante en las aulas. Ser�n trabajados para disfrutar siendo su lectura el medio y no el fin. No deben tener �nicamente como fin trabajar un contenido de otra disciplina o recitar en un acto de celebraci�n de efem�rides.
El rotafolio en las aulas del Primer Ciclo, donde se registra, con grandes graf�as aquello que es importante recordar, se constituye en un valios�simo recurso, que permite volver reiteradamente a los mismos textos con distintos objetivos mejorando en cada frecuentaci�n el dominio del texto. Los ni�os sienten placer por la relectura de los mismos textos y esto debe ser aprovechado por la escuela porque les da seguridad, fortalece su autoconcepto y por tanto su autoestima. El cambio permanente de textos que no tengan relaci�n con lo conocido genera mayor inseguridad en los alumnos con rendimiento descendido.
Es valioso que diariamente el ni�o escuche y vea disfrutar al maestro leyendo cuentos,poemas, canciones, rimas, etc. Si se pretende que los ni�os lean es importante que tengan la posibilidad de ver a su maestro leer y disfrutar leyendo con una intencionalidad determinada.
7- Involucrar a las familias y/o adultos referentes en el proceso de la ense�anza de lalectura y escritura. Es necesario que el docente comparta c�mo se desarrollar� el proceso de ense�anza de la lectura y de la escritura a efectos de que todos participen comprometidamente desde su rol. Es importante que se respete al ni�o en sus primeros acercamientos a la lectura valorando sus logros y reconociendo sus avances. A trav�s de sencillos contratos, con metas claras,se promover� la participaci�n de la familia en los procesos de aprendizajes de los ni�os Para ello es necesario mantener contactos peri�dicos con los padres.
Los libros, las computadoras y otros materiales que lleve el ni�o al hogar brindan valiosasoportunidades para leer y escribir y es tarea del maestro orientar al padre sobre su posibilidades de participaci�n.
8- Flexibilizar, en los momentos que se considere oportuno, la organizaci�n de los grupos, desestructur�ndolos, para poder brindar una adecuada atenci�n a la diversidad
posibilitando que, durante determinado horario, un maestro pueda trabajar con grupos
reducidos de ni�os para mejorar las competencias de lectura y escritura.
Compartiendo algunas reflexiones...
Considerar a la evaluaci�n desde su dimensi�n did�ctica y formando parte de la
planificaci�n, aporta insumos significativos para orientar las pr�cticas de ense�anza. En este sentido, cada docente debe percibir la necesidad de reflexionar en qu� medida los aspectosevaluados de la lectura y de la escritura son objeto de ense�anza, qu� secuencias de actividades se desarrollan para ello y c�mo se consideran los avances de aprendizaje de los alumnos para ajustar y reorientar las propuestas de ense�anza.
Importa que cada maestro advierta que las sugerencias formuladas desde la Divisi�n
Primaria se realizan en el marco de un proceso de permanente profesionalizaci�n en el que todos somos �aprendices y ense�antes�. Muchos de los aportes propuestos est�n ya hoy presentes en nuestras aulas, pues es desde ese espacio privilegiado de donde proceden y desde donde llegan para ser compartidas con otros docentes.
Se aspira a que, en el marco de una construcci�n colectiva, se puedan concretar
intercambios de experiencias docentes sumando miradas desde los diferentes niveles y
�reas, para intervenir en los factores institucionales que inciden en los aprendizajes y en especial en el de la lectura y de la escritura en el Primer Ciclo Escolar. En este sentido, desde la Divisi�n Primaria, se est� elaborando un Plan Nacional de Lectura con los aportes de las Inspecciones Departamentales y Nacionales, en la b�squeda de coherencia y fortalecimiento de la orientaci�n pedag�gico did�ctica en el �rea de la Lengua.
Se finaliza destacando el valor y el poder que tiene el maestro que concibe que puede
ense�ar, que vence obst�culos y logra el desarrollo de las potencialidades de los ni�os y adultos involucrados en cada situaci�n educativa. Es el v�nculo la variable que define en numerosas situaciones la posibilidad de aprender a trav�s de la comunicaci�n, del di�logo, a fin de llegar a establecer con �xito la relaci�n pedag�gica. A ello se refiere cuando se se�ala que el docente debe conocer al ni�o desde lo que sabe y desde lo que puede, teniendo confianza en las posibilidades que tiene el ni�o de aprender y el maestro de ense�ar.
Montevideo, 8 de mayo de 2008
Olga de las Heras Vilma Curti Yolanda Delgado Luis Belora Graciela Ar�mburu
Insp. General Insp. General Insp. General Insp. General Insp. T�cnica
�La m�s grave carencia de nuestro peque�o mundo pedag�gico, est� en la
falta de audacia para impulsar la revisi�n y el an�lisis cr�ticos; en la timidez
para proyectar el plano del pensar y el hacer docentes, al nivel m�s alto y
m�s vasto de las ideas generales que definen la toma de posici�n de un
hombre del presente; en la dificultad metodol�gica para la elaboraci�n
colectiva y solidaria; y en la renuencia oficial para alentar, sin miedos y sin
prejuicio, las inquietudes y afanes que intentan ensayos.�.
Julio Castro
De � Veinticinco a�os despu�s� en el
El banco fijo y la mesa colectiva
(Vieja y nueva educaci�n )
ICER, Montevideo 1966
7
i FERREIRO, Agust�n, �La ense�anza primaria en el medio rural�, Florensa y Laf�n, Montevideo, 1960, p�g. 65

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